La Feria y Concurso Mundial del Gallo Ornamental y el Encuentro “CantaGallo” de cultivadores de la música parrandera campesina es la oportunidad para que locales y visitantes disfruten de una experiencia viva de inmersión en el paisaje cultural cafetero.
Tres días dedicados al reconocimiento y visivilización de las tradiciones campesinas, sus valores culturales y ambientales y la promoción de la autogestión para el desarrollo y bienestar local. La Feria tendrá lugar los días 15, 16 y 17 de Agosto, en el corregimiento de La Florida, ubicado a 30 minutos de Pereira.
El corregimiento de La florida, Pereira, integra el Paisaje Cultural Cafetero, declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Un museo vivo habitado por hombres y mujeres que labran la tierra, tejen ruanas de lana virgen, crían gallinas y gallos criollos, cultivan con coplas la música parrandera campesina, y custodian el río Otún, fuente de agua y bienestar regional.
Cada año, desde el 2008, en el marco de las Fiestas de la Cosecha de la ciudad de Pereira, en La Florida se celebra este evento en el que se reconocen los mejores ejemplares de gallos ornamentales de la región, haciendo un homenaje a estos animales de compañía que enorgullecen a las familias campesinas y les brindan soberanía alimentaria; además es una vitrina de exposición de los productos agroecológicos, artesanales y gastronómicos, y de los servicios agroturísticos y ecoturísticos gestados en esta hermosa región de influencia paramuna.
Este año el evento contará con la participación especial de la Banda Sinfónica de Pereira, la cual se presentará junto al grupo de música campesina Los Parranderos de la Florida, el día lunes 17 de Agosto a las 4:00 pm, en lo que seré una experiencia en la que el arte y la cultura popular se unen en homenaje al paisaje cultural cafetero.
Esta celebración se trata de una iniciativa impulsada por la ONG ANTAHKARANA, organización que persigue el desarrollo y bienestar regional, desde la certeza de que la paz verdadera se alcanza mediante la promoción de actividades comunitarias sostenibles, y la protección, el reconocimiento y la dignificación de la cultura campesina.
Fotos: Rodrigo Vega
Información relevante para participar en la transición a un mundo más justo y sustentable.
jueves, 20 de agosto de 2015
miércoles, 20 de mayo de 2015
La resistencia del maíz nativo colombiano
Bogotá marchará en la Jornada Mundial contra Monsanto y celebrará el Carnaval del Maíz
“Es necesario emprender acciones de recuperación de más del 50% de las variedades que se encuentran en estado de escasez y pérdida a nivel nacional; pero además de mantener y mejorar las casi 500 variedades de maíces que se han identificado. Esta gran riqueza heredada de los ancestros zenúes, wayuu, koguis, muiscas, nasas, misak, pastas, entre otros es “Patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad”” (Campaña Semillas de Identidad, 2011, p.5).
Colombia es un país megadiverso, el segundo más biodiverso del planeta. Basta con observar de cerca nuestras tradiciones campesinas, indígenas y afro descendientes o probar alguna de nuestros platos típicos para vislumbrar la riqueza biológica, nutricional, genética y cultural con la que Colombia fue bendecida, y que está muy bien representada en las casi 500 variedades de maíces que se han identificado” (Campaña Semillas de Identidad, 2011, p.4).
Sin embargo el gobierno, persiguiendo un falso progreso económico, viene gestando acciones que sentencia la desaparición del maíz y demás semillas nativas, fuente ancestral de nuestra riqueza campesina y pilares fundamentales de nuestro patrimonio cultural. Éste es un tema que permea a toda la sociedad colombiana, pues está directamente relacionado con el alimento que a diario llevamos a nuestras bocas, ese alimento que nutre nuestros cuerpos, cuando es un alimento limpio, o que lo intoxica y enferma, en el caso del alimento agroindustrial transgénico.
Los transgénicos u organismos genéticamente modificados son plantas, animales y microorganismos cuyos genes son alterados con el fin de otorgarles características que naturalmente no poseen o inhibir otras que sí tienen. Las semillas transgénicas, por ejemplo, pueden ser resistentes a venenos, estériles (terminator), o hasta insecticidas (maíz Bt). Nos preguntamos entonces, ¿en qué cabeza cabe fabricar semillas estériles, tóxicas o resistentes a los tóxicos? En la cabeza de los señores agroindustriales que echan mano de, lo que ellos llaman, mejoramiento genético (entiéndase alteración de la evolución genética milenaria) y paquete tecnológico (entiéndase agrotóxicos, como el glifosato), para sembrar en grandes extensiones de tierra una sola especie (monocultivo).
Las consecuencias de un sistema alimentario basado en la agroindustria transgénica es la inviable utilización de agrotóxicos que envenenan el agua, el aire, el suelo, el alimento, y por supuesto nos envenena a nosotros. En Mar del Plata, Argentina, la ONG BIOS, tras hacer una serie de análisis en sangre, demostró “que los agrotóxicos no “desaparecen” luego de aplicados. Algunos degradan en metabolitos que persisten y terminan en el cuerpo humano (…) deprimen el sistema inmunitario (y) hacen a la persona más sensible a enfermar de muchas patologías” (BIOS ONG, 2013).
Dicho sistema agroindustrial transgénico además promueve la concentración de la tierra, vulnera la soberanía y autonomía campesina, quienes están obligados a someterse a un sistema que impone lógicas de propiedad intelectual sobre las semillas, y entrega “el control monopólico de las semillas a las empresas y vuelve obligatorio el uso y la comercialización de semillas certificadas y registradas, (…) (además) criminaliza y prohíbe la producción y comercialización de semillas criollas” (Red de Semillas libre de Colombia, 2013, p.1).

En pocas palabras las empresas agroindustriales transgénicas monopolizan la producción de alimento, nos arrebatan nuestra soberanía alimentaria, contaminan nuestro territorio y envenenan nuestros cuerpos.
Sin embargo, el panorama no es tan desalentador como parece; aún tenemos la oportunidad de darle un vuelco a esta historia de venenos, contaminación y despojo. Desde hace tres años, el mundo viene manifestándose al unísono en la Jornada Mundial contra Monsanto. Cabe mencionar que BASF, Bayer, Dupont, Dow Chemical, Syngenta, y Monsanto dominan el monopolio de la agroindustria transgénica, pero es ésta última la que más recordación tiene debido a su prontuario criminal (ver Los siete pecados capitales de Monsanto. Greenpeace).
En Bogotá, el sábado 23 de mayo celebraremos la Jornada Mundial contra Monsanto con una marcha que saldrá a las 10 am desde la entrada principal del Parque Simón Bolívar y culminará en el Carnaval del Maíz, en Funcener- Fundación Centro de Entrenamiento en Energías Renovables- (Calle 55 Bis No 16 – 32). La invitación es a compartir una jornada de artivismo, música, conversatorios, mercado agroecológico, trueque de semillas, infografías y un acto ritual. ¡Todo un día Palabra de Maíz! Súmate al Carnaval por la defensa de las semillas nativas y la soberanía alimentaria reconociendo en la sabiduría de nuestros pueblos originarios la luz que guía esta necesaria transición. ¡Apóyanos con tu presencia, energía y apertura. Todos y todas somos parte y arte del cambio!
Twitter: @SomosSemilla
Twitter: @Noquieromonsant
Referencias:
BIOS ONG. (2013)Reporte de resultados - MALA SANGRE -. Mar del Plata. Recuperado de http://www.bios.org.ar/prensa/2013/13-11-05.htm
Campaña Semillas de Identidad. (2011). Colombia Diagnóstico de maíces criollos de Colombia. Contexto. Recuperado de http://www.swissaid.org.co/sites/default/files/contexto.pdf
Red de Semillas Libres de Colombia. (2013). Documento de posición por la defensa de las semillas. Bogotá. Recuperado de http://www.swissaid.org.co/node/206
martes, 31 de marzo de 2015
Sembrando conciencia de maíz
Colombia.
En medio de la imponente cordillera central, específicamente
en el municipio de Chinavita, Boyacá, el colectivo campesino Semilla Nativa
realizó el Primer Taller Maíz: Alimento y Territorio.
El taller fue una apuesta al reconocimiento del maíz como alimento
sagrado de los pueblos originarios y un
llamado a la reactivación necesaria de la siembra y el rescate de la preparación
de alimentos ancestrales como la chicha y el pan de maíz.
Durante los días 28, 29 y 30 de marzo del 2015 estudiantes
universitarios, maestros, campesinos, futuros campesinos y cocineros, atendieron el
llamado del colectivo Semilla Nativa que con el apoyo del Carnaval del Maíz
Colombia, la Corporación Custodios de Semillas, Maíz Amarillo, y la Red de
Semilla Libres de Colombia, tejieron un espacio de reflexión en cuanto a la paulatina
desaparición de la agrobiodiversidad del maíz nativo, la consecuente disminución del
área de siembra campesina y el inquietante aumento de la producción agroindustrial
transgénica de la que resulta un maíz tóxico y sin memoria que no sólo
desconoce las condiciones culturales, alimenticias y espirituales del maíz,
sino que también contamina el ambiente y monopoliza su producción, alejando al
pueblo colombiano de su derecho natural a la soberanía alimentaria.
Fue el Taller Maíz: Alimento y Territorio un espacio para el
reconocimiento de la labor de pequeñxs agricultorxs, campesinxs, indigenas,
custodixs y guardianxs, quienes con amor y dedicación siguen sembrando las diversas
y coloridas variedades de maíz a lo largo y ancho de nuestro territorio, a
pesar del escaso apoyo estatal. Este espacio también fue la oportunidad para
que los asistentes se acercaran al maíz desde la palabra ancestral, conocieran
la gran diversidad de razas de maíz nativo, distinguieran sus variedades,
aprendieran sobre las tradiciones campesinas que dictan las épocas y condiciones
para la siembra, el cuidado y la cosecha del maíz, y comprendieran las
problemáticas de contaminación genética y ambiental derivadas de la siembra de
maíces transgénicos, así como las soluciones que desde los territorios se están
gestando.
Enlaces:
Semilla Nativa:
Carnaval del Maíz Colombia:
Corporación Custodios de Semillas:
Maíz Amarillo:
Red de Semilla Libres de Colombia:
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